El queso fresco o queso blanco, elaborado con la leche de nuestras vacas obteniendo un queso tierno, con un sabor suave, mucha proteína, calcio y bajos en grasas. Su textura y su temperatura de conservación, permte utilizarlo como añadido de ensaladas, en dietas baja en sal, o mezclarlo con sabores más dulces como la miel o la mermelada.